Una niña, llamada Rachel Beckwith había descubierto que miles de niños en África morían de hambre o contraían enfermedades al beber agua no potable y que muchos de esos niños no llegaban ni a los 5 años. Cuando se acercaba el día de su cumple lo sacrificó pidiendo unos 300 dólares que fuesen enviados a esos niños de África. Poco después la joven entró en coma y tras unos días murió en el hospital. El encargado de cumplir su deseo fue el cura de la iglesia a la que ella asistía. Este colgó en la página web de la iglesia esa petición. Pero lo curioso, no llegó a 300 dólares sino a 400000 dólares. La noticia empezó a crecer a nivel local, luego pasó a nivel estatal y luego incluso gente de otros países donó también. En total 10000 personas participaron en la donación. Se dice que con 20 dólares una persona puede tener acceso a agua potable durante 20 años. En resumen, Rachel ha conseguido que 20000 personas tengan acceso al agua potable. Gracias Rachel por tu asombroso aporte, seguro que todos esos niños te lo agradecerán de todo corazón.
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